El próximo domingo se llevará a cabo la audiencia de imputación del agresor de “Negrito”, el perrito de Umán que fue brutalmente atacado con un hacha, resultando con una de sus patitas amputadas.
Este incidente ocurrió apenas días después de que el Congreso del Estado aprobara la Ley Rufo, destinada a sancionar los casos de maltrato y tortura hacia animales domésticos o callejeros.
Aunque la Ley Rufo fue aprobada por el Congreso, aún no ha sido publicada en el Diario Oficial del Estado, lo que significa que no puede aplicarse de inmediato.
René Ramírez, abogado involucrado en el caso, explicó: “Apenas se aprobó la llamada Ley Rufo que ya voy a explicar en qué consiste pero desafortunadamente hay procesos para que eso haga efecto y apenas estamos en el desarrollo de esos procesos jurídicos por lo tanto este caso, el de Negrito no va a ser procesado en esta nueva ley”.
El agresor de Negrito ya fue detenido por la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública, y el domingo se llevará a cabo la audiencia de imputación.
“El día de ayer tuvimos la primera audiencia de imputación de delito contra animal doméstico, yo no puedo decir más porque ya el domingo tendremos la primera audiencia donde se resolverá si se vincula o no proceso al imputado”.
Según Ramírez, hasta ahora, “se le ha impuesto una medida cautelar de prisión preventiva de tres meses”.
Si este caso se hubiera juzgado bajo la Ley Rufo, la posible condena al agresor podría haber sido más severa. Ramírez explicó que la nueva ley amplía el alcance de los animales que pueden ser objeto de protección y aumenta las penas máximas de prisión hasta diez años.
“Con la reforma de la llamada Ley Rufo esto se cambia, primero que nada, ahora todos los animales de distintas naturalezas, como los animales de trabajo ya pueden ser sujetos penal en nuestro estado, y por otra parte, con la ley anterior se tenía una pena máxima de 4 ó 5 años de prisión y con la ley aprobada podrán ser hasta diez años de prisión”.
La Ley Rufo recibió su nombre en honor al perro que fue decapitado en la Colonia Chuburná de Hidalgo en Mérida hace varios meses, destacando así la importancia de proteger a los animales contra el maltrato.