Queridos y sufridos lectores de la Neta, de este rincón de sabiduría inútil pero fascinante:
Les traigo hoy una colección de datos que me han llegado a través de mis años de pesquisas y que, como buen intelectual frustrado que soy, he decidido compartir con ustedes, no sin antes darles mi toque personal. Porque, como bien saben, la cultura sirve sobre todo para brillar en las reuniones sociales y hacer callar a ese cuñado insoportable que cree saberlo todo.
EL MUNDO ABSURDO EN QUE VIVIMOS
¿Sabían ustedes que las mujeres de la tribu Tiwi en el Pacífico Sur se casan al nacer? Y yo que pensaba que mi matrimonio había sido precipitado…
Cuando Albert Einstein murió, sus últimas palabras se perdieron para siempre. La enfermera que estaba a su lado no entendía alemán. Otra prueba más de que la genialidad y la mala suerte a veces van de la mano, como los políticos y las mentiras.
San Patricio, el santo patrono de Irlanda, no era irlandés. Esto es como descubrir que el tequila lo inventaron los franceses o que yo soy abstemio. Simplemente inadmisible.
Muchos marineros solían llevar aretes de oro para poder pagarse un entierro digno cuando murieran. Una forma de previsión funeraria más elegante que las que ofrecen esas compañías de seguros que nos acosan por teléfono.
GOBERNANTES Y OTROS ESPECÍMENES PECULIARES
Iván el Terrible afirmaba haber “desflorado miles de vírgenes y sacrificado a un número similar de sus descendientes”. Y luego se quejan de nuestros políticos modernos. Al menos los nuestros solo se llevan el dinero.
El Emperador Calígula una vez decidió ir a la guerra contra Poseidón, el dios romano del mar, y ordenó a sus soldados que arrojaran sus lanzas al agua al azar. Esta anécdota me recuerda a ciertos programas gubernamentales de nuestro país: mucho espectáculo, cero resultados.
Atila el Huno, ese temible guerrero que hizo temblar al Imperio Romano, probablemente era un enano. Como ven, la estatura no es impedimento para sembrar el terror en medio mundo. Tomen nota, chilangos de metro y medio.
Peter el Grande ordenó que le cortaran la cabeza al amante de su esposa y la pusieran en un frasco con alcohol, que luego colocó junto a la cama de ella. Y mi esposa me reclama por dejar los calcetines tirados en el suelo…
TRADICIONES QUE NOS HACEN PREGUNTARNOS POR QUÉ
En el Perú antiguo, cuando una mujer encontraba una papa “fea”, la costumbre era que la empujara contra la cara del hombre más cercano. Tradición que, estoy seguro, muchas mexicanas estarían encantadas de importar. Señoras, les ruego: no lo intenten conmigo.
Algunos hindúes no les gusta morir en la cama, prefieren morir junto a un río. En cambio, a mi generación de cincuentones nos encantaría vivir lo suficiente para morir en nuestra cama, y no en un hospital conectados a tubos por cortesía del ISSSTE.
En partes de Malasia, las mujeres mantienen harenes de hombres. Debo confesar que he estado considerando emigrar, pero mi esposa se niega a comprarme el boleto.
Los guerreros de Etiopía solían colgar los testículos de aquellos que mataban en batalla en las puntas de sus lanzas. Una costumbre bárbara que, afortunadamente, no ha sido adoptada por las suegras mexicanas, aunque algunas lo han considerado.
MATRIMONIO, RELIGIÓN Y OTRAS FORMAS DE SUFRIMIENTO
Enrique VII fue el único rey británico coronado en el campo de batalla. Yo conozco a varios maridos mexicanos que han sido “coronados” en el campo de batalla matrimonial, pero esa es otra historia.
San Nicolás, el original Papá Noel, es el santo patrón de los ladrones, las vírgenes y la Rusia comunista. Una combinación tan extraña como un político honesto.
Los hindúes creen que casarse por tercera vez trae mala suerte. Pueden evitar la desgracia casándose primero con un árbol. Luego queman el árbol (su tercera esposa), quedando libres para casarse de nuevo. Y yo que pensaba que nuestros trámites de divorcio eran complicados.
Y PARA TERMINAR…
Winston Churchill racionaba su consumo de puros a 15 por día. Con el precio actual de los puros, eso equivaldría a hipotecar la casa de Polanco donde vivo… en mis sueños.
El ingrediente activo en la sopa de nido de pájaro china es saliva. Y ustedes quejándose de la mosca en la sopa de fideos del mercado.
Y finalmente, el gran líder ruso, Lenin, murió el 21 de enero de 1924, sufriendo un trastorno cerebral degenerativo. En el momento de su muerte, su cerebro era una cuarta parte de su tamaño normal. Lo cual me hace pensar que algunos de nuestros líderes actuales podrían estar sufriendo de la misma condición, a juzgar por sus decisiones.
Amigos lectores, espero que estos datos les sirvan para algo más que para acumular polvo en sus neuronas. Al menos podrán usarlos la próxima vez que se encuentren atrapados en una cena con su jefe o, peor aún, con los padres de su novia.
Como siempre, me despido con la sabiduría que me caracteriza: la vida es demasiado corta para leer libros aburridos o para votar por los mismos sinvergüenzas de siempre.
Hasta la próxima semana, si Dios y mi editor lo permiten.