Transferir el trabajo de los servicios de salud a la federación, resta autonomía al Estado.
Altas temperaturas y el terreno político de Yucatán se calienta; se desata el debate a poco de que Joaquín Díaz, candidato de MORENA al Gobierno Estatal, presentará su plan de salud para Yucatán.
Del otro lado de la escarpa, representados por aspirantes a diputados federales del PAN, PRI y Nueva Alianza, dicen a los yucatecos que se pongan buzos a cuestionar y analizar las propuestas.
La bronca radica en la intención de transferir la responsabilidad de los servicios de salud del Estado al IMSS Bienestar, lo cual, según los opositores, resultaría en el desmantelamiento de las instituciones federales, todo esto cuando el Hospital de Alta Especialidad no tiene ni un peso y al Gobierno Estatal le estarían retirando los dos mil ochocientos millones de pesos de presupuesto que se habían destinado para la salud.
Los candidatos de la coalición “Fuerza y Corazón por México” expresan su preocupación y reafirman su compromiso con el respeto a las instituciones y la experiencia en la toma de decisiones.
El presidente estatal del PAN, Asís Cano Cetina, enfatizó la necesidad de generar un debate informado sobre este tema crucial.
Gaspar Quintal Parra, presidente estatal del PRI, señaló que de este lado de la contienda, existe la experiencia para tomar decisiones y gobernar.
Por su parte, Elías Lixa, vocero de la campaña de Renán Barrera, dijo que no van aceptar las imposiciones del centro de la República.
En resumen, el debate cobra fuerza en torno a las propuestas de salud, destacando la importancia de un análisis detallado y una discusión informada para garantizar la salud de la población.
