Error de cálculo en la visita de Claudia Sheibaum a Yucatán.
El termómetro social marca rojo en la capital y en Guerrero; en Yucatán sigue en azul.
Parte de la estrategia electoral de Claudia Sheibaum Pardo, candidata presidencial por
“Sigamos haciendo historia”, es identificarse con la imagen del Presidente de México, Andrés
Manuel López Obrador que tiene alta aceptación en zonas populares.
Con la bandera de MORENA y la popularidad de AMLO, Claudia busca su beneficio pero
también puede salir perjudicada. Pegarse al big boss tiene su riesgo, más cuando el barco
navega en aguas turbulentas.
A Claudia la veremos este jueves en Yucatán, donde los reflectores están puestos en el
proyecto del Puerto de altura de Progreso y en la salud de Joaquín Díaz Mena, que ya está
saliendo a saludar a la gente.
Mientras, el panorama nacional está que arde: la muerte de un joven estudiante normalista de
Ayotzinapa, la huida del elemento de la policía de Guerrero (donde también gobierna MORENA)
acusado de asesinar al referido estudiante, la desaparición de dos elementos de la Fiscalía
General de la República que investigaban el caso Ayotzinapa y la también desaparición del
periodista Jaime Barrera en Jalisco.
En cuanto a la inseguridad del país, le está cayendo un torrencial aguacero al Presidente pero,
a la par… le salpica a la Claudia, quien en uno de sus spot publicitarios dice: “Abrazos a los
jóvenes”, justo cuando Ayotzinapa sigue siendo una cuenta pendiente.
Esa una deuda igual que temas menos escabrosos pero que tampoco se cumplieron, como la
mudanza de la Secretaría de Turismo a Quintana Roo o la SEMARNAT a Yucatán.
El caso Ayotzinapa sigue al aire, lo que pinta una raya más al Presidente, que surfea en la
popularidad de programas sociales. A solo siete meses para que AMLO baje la cortina, parece
que le está lloviendo duro, y la candidata también se está mojando.
El termómetro social marca rojo en la capital y en Guerrero, mientras que en Yucatán sigue en
azul y no es un punto critico del país; la pregunta del millón es si la visita de Sheinbaum será
para conectar con la gente o para jugar a las elecciones sin tocar piso.