En una visita que está dando de qué hablar, el Gobernador Mauricio Vila Dosal hizo las maletas y se lanzó a la Santa Sede para tener un encuentro de esos que no se olvidan: una charla con el Papa Francisco.
Pero no fue solo para sacarse la “selfie”, no señores, fue también a traer una bendición de lujo para todos en Yucatán.
Acompañado por su esposa, María Eugenia Ortiz Abraham, Vila Dosal compartió un momento con el Pontífice, que seguro ya está en el álbum familiar. Y como buenos visitantes, no llegaron con las manos vacías: llevaron un rosario de plata finísima, obra de la artesana yucateca Lulú Herrera.
El Papa le echó la bendición y ahora esa joyita se va directo para Yucatán y no se quedará guardada en algún cajón, no, se va a poner en un lugar especial para que todos en Yucatán puedan verla. Aún no han dicho dónde, pero ya nos enteraremos.
El Gobernador aprovechó para platicarle al Papa sobre la gente de su estado, de su fe y de la garra que ponen día con día. Además, le regaló el libro “Nuestra Señora de Izamal. Reina y Patrona de Yucatán” de la autoría de Stella María González Cicero, obra que habla de la historia de la venerada Virgen de la Ciudad de las Tres Culturas y contiene ilustraciones y fotografías auténticas en el Convento de San Antonio de Padua de esa población del estado.
Y aquí entre nos, el Gobernador ya había invitado al Papa a darse una vuelta por Yucatán. ¿Se animará Francisco a visitar tierra maya?
Habrá que esperar, pero por lo pronto, las bendiciones ya vuelan hacia el sureste mexicano pues en Yucatán no solo hay cultura maya y playas bonitas, sino también recuerdos bendecidos directo desde Roma.